viernes, 1 de junio de 2012

DÍA DEL AGRICULTOR 15 DE MAYO


En el día dELAGRIC


Por Giovanni Beluche V.
Académico 
División de Educación Rural


 
Agricultura
 Algunos países celebran hoy tu día, amigo agricultor, amiga agricultora. Aunque te mereces más que un día de homenaje, aprovecho la ocasión para agradecerte porque con tus manos produces los alimentos que nos sustentan. Has soportado el ultraje desde la conquista europea que arrebató las tierras a nuestros indígenas, hasta hoy que te roban tus conocimientos y privatizan tus semillas. Eres un ejemplo de resistencia, de amor a la tierra, eres capaz de poner a producir terrenos inundables y desiertos erosionados por la miserable explotación de las grandes propiedades monoproductoras. 

Hermano agricultor, hermana indígena, la tierra también te agradece, porque tienes la sabiduría de trabajar tu parcela de forma diversificada, permitiendo así la recuperación de sus nutrientes y el equilibrio del ecosistema. Sin ir a la universidad, los abuelos enseñaban que no se debe talar un árbol a la orilla de los ríos, nunca experimentaron en laboratorios para crear monstruosidades que ahora llaman transgénicos, cuyos efectos en nuestros cuerpos pueden ser letales. Tú pones el ejemplo cultivando orgánico, como lo hacían nuestros antepasados antes de que la producción de alimentos se convirtiera en un negocio y la comercialización de insumos fuera una nueva forma de colonización.

agricultura

Te rindo homenaje: hermano Quekchí de la Alta Verapaz, amiga que siembras hortalizas orgánicas en Ahuachapán, compañero de la Mosquitia que recorres los ríos en tu pipante cuidando esa majestuosa selva, a ti campesina ultrajada en los ingenios de Chinandega, al jornalero de Guápiles contaminado con nemagón en las bananeras transnacionales. Ustedes se merecen más que una tímida celebración de un día. Les reitero mi afecto en estos tiempos en que muchos enajenados celebran hallowenes y hasta sacrifican un chompipe elogiando la gringada del día de acción de gracias, pero sienten vergüenza de conmemorar un día del café, del maíz y del trabajador del campo.

Nuestros gobernantes te han olvidado, pero tu pueblo no; nuestros gobernantes te exigen competir en condiciones desiguales con productores subsidiados de los Estados Unidos, pero tu pueblo se moviliza contra el libre comercio que te desdeña. Quienes nos desgobiernan prefieren que compañías extranjeras maltraten la tierra y contaminen las aguas con la minería a cielo abierto, mientras tú trabajas sin recursos, sin crédito, sin sistemas de riego. ¡Oh maldición de Malinche!, los que nos gobiernan se ponen de rodillas ante el poderoso extranjero, mientras arrinconan a los hombres y mujeres del campo.

Hermano agricultor, hermana agricultora, juntos construyamos la alborada de un mañana donde los niños y las niñas jueguen en los huertos, sin agroquímicos, en armonía con la naturaleza y con calidad de vida. De la mano, trabajadores del campo y la ciudad, edifiquemos una sociedad nueva, fundamentada en sistemas agroecológicos que garanticen alimentos sanos, a precios justos para consumidores y productores, sin la abusiva intermediación que se queda con las ganancias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario